Se echó, pues, a descansar en el lecho contiguo al mío, en el que precisamente había cenado, y ningún otro dormía en la habitación salvo nosotros. Pero no me has pasado desapercibido, sino que ese drama tuyo satírico y silénico está perfectamente claro. -La diré inmediatamente -dijo Alcibíades-. Y ahora, si queréis, veamos su comportamiento en las batallas, pues es justo concederle también este tributo. En cambio, en las comidas abundantes sólo él era capaz de disfrutar, y especialmente en beber, aunque no quería, cuando era obligado a hacerlo vencía a todos; y lo que es más asombroso de todo: ningún hombre ha visto jamás a Sócrates borracho. Pero ya me vengaré de ti por esto en otra ocasión. Yo, sin embargo, las he visto ya una vez y me parecieron que eran -Me parece, Alcibíades -dijo entonces Sócrates-, que estás sereno, pues de otro modo no hubieras intentando jamás, disfrazando tus intenciones tan ingeniosamente, ocultar la razón por la que has dicho todo eso y lo has colocado ostensiblemente como una consideración accesoria al final de tu discurso, como si no hubieras dicho todo para enemistarnos a mí y a Agatón, al pensar que yo debo amarte a ti y a ningún otro, y Agatón ser amado por ti y por nadie más. En cambio, los criados y cualquier otro que sea profano y vulgar, que pongan ante sus orejas puertas muy grandes. afrentó; y eso que en este tema, al menos, creía yo que era algo, ¡oh, Don Fernando Pasamano ha invitado al presidente a un … -dijo Sócrates-, ¿qué tienes en la mente? –En esto, ciertamente, tienes razón, en el futuro deliberaremos y Todas estas cosas, en efecto, me habían sucedido antes; mas luego hicimos juntos la expedición contra Potidea y allí éramos compañeros de mesa. por medio de dos imágenes. 2009. Pasa toda su vida ironizando y bromeando Entonces yo me tropiezo casualmente con ellos y, en cuanto los veo, les exhorto a tener ánimo, diciéndoles que no los abandonaría. Todavía en otra ocasión, señores, valió la pena contemplar a Sócrates, cuando el ejército huía de  Delión en retirada. Mas tú te diferencias de él sólo en que sin instrumentos, con tus meras palabras, haces lo mismo. somos nada, se los aseguro. En este, Esta obra ha sido publicada bajo la licencia Creative Commons Reconocimiento-No Comercial-Compartir bajo la misma licencia 2.5 Perú.. Para ver una copia de dicha licencia, visite, De los Cervantes que vivieron en la América del Sur, merece recordar- se el licenciado Juan Ortiz de Cervantes, natural de Lima. Trae, esclavo, aquella vasija ¡Tales son las palabras y expresiones con que están revestidos por fuera, la piel, por así decir, de un sátiro insolente! vino por primera vez, nada más cenar quería marcharse y yo, por estas cintas sobre la cabeza, para de mi cabeza coronar la cabeza del todavía estás lejos de eso. De hecho, cuando nosotros oímos a algún otro, aunque sea muy buen orador, pronunciar otros discursos, a ninguno nos importa, por así decir, nada. Sólo ante él de entre todos los hombres he sentido lo que no se creería que hay en mí: el avergonzarme ante alguien. Yo me avergüenzo únicamente ante él, pues sé perfectamente que, si bien no puedo negarle que no se debe hacer lo que ordena, sin embargo, cuando me aparto de su lado, me dejo vencer por el honor que me dispensa la multitud. Una vez llena, se la bebió de un trago, primero, él y, luego, ordenó llenarla para Sócrates, a la vez que decía: Ante Sócrates, señores, este truco no me sirve de nada, pues beberá cuanto se le pida y nunca se embriagará. reconocido. Entonces yo me tropiezo casualmente con ellos y, en cuanto los veo, les exhorto a tener ánimo, diciéndoles que no los abandonaría. Sócrates, ni tú mismo podrás discutirlo, pero que también te pareces en Todas estas cosas, en efecto, me habían sucedido antes; mas luego Durante la velada se presentarán seis discursos definitorios sobre el … Pero volví a tenderle la misma lo que decía? vencer por el honor que me dispensa la multitud. -Escucha, entonces -dijo Erixímaco-. -¿Qué dices? Pero ya me vengaré de ti por esto en otra ocasión. sería equitativo. El de Alcibíades es un discurso de borracho: la verdad de la vida que corrobora la teoría (o no). Así, pues, estaba desconcertado y deambulaba de acá para allá esclavizado por este hombre como ninguno lo había sido por nadie. Totalmente, pues de ello está revestido por fuera, como un sileno esculpido, mas por dentro, una vez abierto, ¿de cuántas templanzas, compañeros de bebida, creéis que está lleno? por esto se retiraban seguros él y su compañero, pues, por lo general, a los que tienen tal disposición en la guerra ni siquiera los tocan y sólo persiguen a los que huyen en desorden. trampa y, después de cenar, mantuve la conversación hasta entrada la Disclaimer: ZOBOKO.COM is a free e-book repository. -En absoluto -dijo Alcibíades-, no hay reconciliación entre tú y yo. dolorosa de los que uno podría ser mordido –pues ese es el corazón, en suficiente. Y muchas veces vería con agrado que ya no viviera entre los Pero, mi feliz amigo, examínalo mejor, no sea que te pase desapercibido que no soy nada. Ven, en efecto, que Sócrates está en disposición amorosa con los Y cuando se hubo reclinado dijo: –Bien, caballeros. ( Salir /  digo que son de Marsias, su maestro–. ¿Por qué tu mirada lo contempla con tanto amor, como si vieras a los dioses? Alcibíades realizará, como dijimos, un discurso diferente al del resto: todos los … De esto, en efecto, me parece que pronto tendrán la prueba. escapo de él y huyo, y cada vez que le veo me avergüenzo de lo que he A continuación le invité a hacer gimnasia conmigo, y hacía gimnasia con él en la idea de que así iba a conseguir algo. víbora cuando se apoderan de un alma joven no mal dotada por En consecuencia, yo me avergonzaría mucho más ante los sensatos por no complacer a un hombre tal, que ante una multitud de insensatos por haberlo hecho. adentro. ¿Acogéis como compañero de bebida a un hombre que está totalmente borracho, o debemos marcharnos tan pronto como hayamos coronado a Agatón, que es a lo que hemos venido? En el futuro, pues, deliberaremos y haremos lo que a los dos nos parezca lo mejor en éstas y en las otras cosas. Literatura, la vida y algo del mundo clásico // Sabed que no le importa nada si alguien es bello, sino que lo desprecia como ninguno podría imaginar, ni si es rico, ni si tiene algún otro privilegio de los celebrados por la multitud. ¿Así, Se echó, pues, a descansar en el lecho contiguo al mío, en el que ¿O no? Me quedé, en efecto, señores, a solas con él y creí que al punto Ahora, Agatón, Trae, esclavo, aquella vasija de refrescar el vino -dijo al ver que contenía más de ocho cótilas (un poco más de dos litros). De amore: Sócrates y Alcibíades en el Banquete de Platón, De amore: Socrates and Alcibiades in Platos Symposium, Universidad Católica Andrés Bello, Venezuela. podría conquistármelo. En tal caso, debes estar viendo en mí. Alcibíades o sobre la ruina de sí. Reflexionando, pues, sobre esto, aunque hasta entonces no solía mis dardos, yo pensé, en efecto, que lo había herido. -dijo Alcibíades. pensaba que hablaban elocuentemente, no me ocurría, sin embargo, nada Además, bienaventurado amigo, ¿te convence Sócrates en algo de lo que acaba de decir? siquiera con un solo hombre bello sin que éste, teniendo celos y envidia Preciso es ante vosotros decir toda la verdad; así, pues, prestad atención y, si miento, Sócrates, refútame. Y afirmo, además, que se parece al sátiro Marsias. Al abrir los ojos vio que de los demás, unos seguían durmiendo y otros se habían ido, mientras que Agatón, Aristófanes y Sócrates eran los únicos que todavía seguían despiertos y bebían de una gran copa de izquierda a derecha. Le invito, pues, a cenar conmigo, simplemente como un amante equivale a muchos otros hombres. - Esto es justamente, dijo Alcibíades, lo que suele ocurrir: siempre que Sócrates está presente, a ningún otro le es posible participar de la compañía de los jóvenes bellos. Sócrates, naturalmente, conversaba con ellos. Una vez llena, se la bebió de un trago, primero, él y, luego, ordenó llenarla para Sócrates, a la vez que le decía: -Ante Sócrates, señores, este truco no me sirve de nada, pues beberá cuanto se le pida y nunca se embriagará. Puesto que de esta manera no alcanzaba en absoluto mi objetivo, En cuanto hubo escanciado el esclavo, Sócrates se puso a beber. ¿No sabes que es todo lo contrario de lo que decía? qué te has colocado precisamente aquí? - En efecto, Sócrates -dijo Agatón-, puede que tengas razón. Y creyendo que estaba seriamente interesado por mi belleza pensé que era un encuentro feliz y que mi buena suerte era extraordinaria, en la idea de que me era posible, si complacía a Sócrates, oír todo cuanto él sabía. 6 y 7. totalmente borracho, les diría bajo juramento qué impresiones me han En este banquete, Erixímaco propone que cada uno … - Muy bien -dijo Sócrates-, siéntate aquí, junto a mí. ¿Te parece bien, Erixímaco, que debo hacerlo? En cambio, al oír a Pericles y a otros buenos oradores, si bien Yo, sin embargo, las he visto ya una vez y me parecieron que eran tan divinas y doradas, tan extremadamente bellas y admirables, que tenía que hacer sin más lo que Sócrates mandara. Ahora bien, si intentas, al verla, compartirla conmigo y cambiar belleza por belleza, no en poco piensas aventajarme, pues pretendes adquirir lo que es verdaderamente bello a cambio de lo que lo es sólo en apariencia, y de hecho te propones intercambiar oro por bronce. Finalmente, cuando llegó la tarde, unos jonios, después de cenar -y como era entonces verano-, sacaron fuera sus petates, y a la vez que dormían al fresco le observaban por ver si también durante la noche seguía estando de pie. Ayer, en efecto, no me fue posible venir, pero ahora vengo con estas cintas sobre la cabeza, para de mi cabeza coronar la cabeza del hombre del hombre más sabio y más bello, si se me permite hablar así. Para mí, en efecto, nada es más importante que el que yo llegue a ser lo mejor posible y creo que en esto ninguno puede serme colaborados más eficaz que tú. –En absoluto. Si no estás de acuerdo, presentaré testigos. ¿Acogen como compañero de bebida a un center: true, que beber, pues así lo hemos acordado. por los discursos filosóficos, que se agarran más cruelmente que una Aristodemo, como solía, le siguió. alguna. Our e-book is free for download. Pero como es este hombre, aquí presente, en originalidad, tanto él personalmente como sus discursos, ni siquiera remotamente se encontrará alguno, por más que se le busque, ni entre los de ahora, ni entre los antiguos, a menos tal vez que se le compare, a él y a sus discursos, con los que he dicho: no con ningún hombre, sino con los silenos y sátiros. Yo, pues, mordido por algo más doloroso y en la parte más dolorosa de las que uno podría ser mordido -pues es en el corazón, en el alma, o como haya que llamarlo, donde he sido herido y mordido por los discursos filosóficos, que se agarran más cruelmente que una víbora cuando se apoderan de un alma joven no mal dotada por naturaleza y la obligan a hacer y decir cualquier cosa- y viendo, por otra parte, a los Fedros, Agatones, Erixímacos, Pausanias, Aristodemos y Aristófanes -¿y qué necesidad hay de mencionar al propio Sócrates y a todos los demás? –Esclavos –dijo Agatón–, descalcen a Alcibíades, para que se Primero se durmió Aristófanes y, luego, cuando ya era de día, Agatón. habíamos decidido que cada uno debía pronunciar por turno, de invierno, me eché debajo del viejo capote de ese viejo hombre, aquí supongo, una belleza irresistible y muy diferente a tu buen aspecto físico. ¡Eh, tú! Se daba la circunstancia de que yo estaba como jinete y él con la armadura de hoplita. Y cuando se hubo reclinado dijo: -Bien, caballeros. Elogia a Pero cuando se te oye a ti o a otro pronunciando tus palabras, aunque sea muy torpe el que las pronuncie, ya se trate de mujer, hombre o joven quien las escucha, quedamos pasmados y posesos. Una vez sentado, abrazó a Agatón y lo coronó. Por consiguiente, me escapo de él y huyo, y cada vez que le veo me avergüenzo de lo que he reconocido. Le condujeron entonces hasta ellos, así como a la flautista que le sostenía y a algunos otros de sus acompañantes, pero él se detuvo en la puerta, coronado con una tupida corona e de hiedra y violetas y con muchas cintas sobre la cabeza, y dijo: -Salud, caballeros. Entonces, Agatón se levantó para sentarse al lado de Sócrates, cuando de repente se presentó ante la puerta una gran cantidad de parrandistas y, encontrándola casualmente abierta porque alguien acababa de salir, marcharon directamente hasta ellos y se acomodaron. ¿No sabes que es todo lo contrario de lo que decía? Yo, al menos, señores, si no fuera porque iba a parecer que estoy totalmente borracho, os diría bajo juramento qué impresiones me han causado personalmente sus palabras y todavía ahora me causan. Pero no me has pasado desapercibido, sino que ese drama tuyo satírico y silénico está perfectamente claro. Manda, pues, lo que quieras. Más tú te diferencias de él sólo en que sin instrumentos, con tus Ahora, Agatón -dijo-, dame algunas de esas cintas para coronar también ésta su admirable cabeza y para que no me reproche que te coroné a ti y que, en cambio, a él, que vence a todo el mundo en discursos, no sólo anteayer como tú, sino siempre, no le coroné. 17 Núm. Yo, al menos, señores, si no fuera porque iba a parecer que estoy hacer su encomio. Me levanté Fin del Banquete. En cuanto hubo escanciado el esclavo, Sócrates se puso a beber. así los demás. Pero oídme todavía cuán semejante es en otros aspectos a aquellos con quienes le comparé y qué extraordinario poder tiene, pues tened por cierto que ninguno de vosotros le conoce. Quizás él creerá que es para provocar la risa, pero la imagen tendrá por objeto la verdad, no la burla. Pero, mi feliz amigo, examínalo mejor, no sea que te pase desapercibido que no soy nada. por fuera, como un Sileno esculpido, mas por dentro, una vez abierto, Quizás él creerá que es para provocar la risa, pero la imagen tendrá por objeto la verdad, no la burla. Después de oír y decir esto y tras haber disparado, por así decir, En este banquete, Erixímaco propone que cada … - Pues bien, hazlo así -dijo Erixímaco-, si quieres. Efectivamente, si yo elogio en su presencia a algún otro, Te has acomodado aquí en medio de éste y Sócrates, que le hizo sitio en cuanto lo vio. Totalmente, pues de ello está revestido desatándose al mismo tiempo las cintas para coronar a Agatón, al - ¿Qué dices? De modo que ni tenía por qué irritarme y privarme de su compañía, ni encontraba la manera de cómo podría conquistármelo. hicimos juntos la expedición contra Potidea y allí éramos compañeros de Pero, a pesar de hacer yo todo eso, él salió completamente victorioso, me despreció, se burló de mi belleza y me afrentó; y eso que en este tema, al menos, creía yo que era algo, ¡oh, jueces! dicho nada de distinta manera a como pienso, siendo ello así, delibera tú Eres un lujurioso. Pues, {y en Chile? jóvenes bellos, que siempre está en torno suyo y se queda extasiado y Puesto que de esta manera no alcanzaba en absoluto mi objetivo, me pareció que había que atacar a este hombre por la fuerza y no desistir, una vez que había puesto manos a la obra, sino que debía saber definitivamente cuál era la situación. Que me traigan, pues, Agatón, una copa grande, si hay alguna. extraordinario que Marsias. Pues que no logré nada. en primer lugar, según el dicho, el vino, sin niños y con niños, no fuera Pero de todos los … dialogar conmigo como solía y pasar el día en mi compañía, se fue y me Agarrado del brazo de una flautista y ebrio entra Alcibíades y se autocorona … que yo no elogiaría a ningún otro estando tú presente. Y ahora, si quieres, veamos su comportamiento en las batallas, pues es justo concederle también este tributo. WebEl presente trabajo analiza los discursos de Sócrates y Alcibíades en el Banquete de Platón. –Agatón –dijo entonces Sócrates–, mira a ver si me vas a opinión es lo más parecido a esos silenos existentes en los talleres de –¿Qué exactamente? Efectivamente, cuando le escucho, mi corazón palpita mucho más Eres un lujurioso ¿O no? Finalmente, cuando llegó más tarde, unos jonios, después de cenar -y como era entonces verano-, sacaron fuera sus petates, y a la vez que dormían al fresco le observaban por ver si también durante la noche seguía estando de pie. WebEnsayos relacionados. } dame algunas de esas cintas para coronar también ésta su admirable Pero como los generales reparasen en mi reputación y quisieran darme el premio a mí, tú mismo estuviste más resuelto que ellos a que lo recibiera yo y no tú. llenarla para Sócrates, a la vez que le decía: –Ante Sócrates, señores, este Puesto que de esta manera no alcanzaba en absoluto mi objetivo, me pareció que había que atacar a este hombre por la fuerza y no desistir, una vez que había puesto manos a la obra, sino que debía saber definitivamente cuál era la situación. Además, también a mí me sucede lo que le pasa a quien ha sufrido una mordedura de víbora, pues dicen que el que ha experimentado esto alguna vez no quiere decir cómo fue a nadie, excepto a los que han sido mordidos también, en la idea de que sólo ellos comprenderán y perdonarán, si se atrevió a hacer y decir cualquier cosa bajo los efectos del dolor. creería que hay en mí: el avergonzarme ante alguien. Que me traigan, pues, Agatón, una copa más grande, si hay alguna. Te has acomodado aquí acechándome de nuevo, según tu costumbre de aparecer de repente donde yo menos pensaba que ibas a estar. Salud caballeros. Los datos de descargas todavía no están disponibles. Así, pues, que eres semejante a éstos, al menos en la forma, Sócrates acusa a Alcibíades de haberle puesto en contra de Agatón pues al final de su discurso Alcibíades prevenía a todos los … estaba contento. Y creyendo que estaba seriamente interesado por mi belleza pensé que era un encuentro feliz y que mi buena suerte era extraordinaria, en la idea de que me era posible, si complacía a Sócrates, oír todo cuanto él sabía. todos lados mucho más invulnerable que Ayante al hierro, mientras que plenamente consciente de que si quisiera prestarle oído no resistiría, sino - ¡Oh Zeus! Resumen de El banquete. El banquete o El Simposio es una obra escrita por el filósofo griego Platón sobre el 380 a.C. que trata sobre el tema del amor. Este libro junto con la obra Fredo constituyeron la idea del amor platónico. Si quieres entender la ideas platónicas descarga el resumen de El banquete. Entonces, Erixímaco dijo: -¿Cómo lo hacemos, Alcibíades? Pero, si no otra cosa, admirable hombre, permite, al menos, que Agatón se eche en medio de nosotros. Sócrates. A la fuerza, pues, me tapo los oídos y Cree que tiene que ser superior a mí en todo. Pero no conseguirá nada, pues yo voy a sentarme junto a ti. Solo después de todo lo anterior Sócrates … como esclavo, mientras que por culpa de este Marsias, aquí presente, ¿Por qué te has colocado precisamente aquí? Así, pues, estaba desconcertado y deambulaba de acá para allá esclavizado por este hombre como ninguno lo había sido por nadie. me parece que están sobrios y esto no se les puede permitir, sino que hay estar solo con él sin acompañante, en esta ocasión, sin embargo, lo WebEl elogio que Alcibíades pronuncia, parece más bien una declaración de amor hacia Sócrates diciendo que los discursos de Sócrates lo hacen sonrojar y prestarle atención … No me excederé con un séptimo fragmento, el del discurso de Alcibíades, para no caer definitivamente en la imprudencia. Obligados, en efecto, a admitir esto y sin seguirle muy bien, daban cabezadas. Pues no estás junto a Aristófanes Aquél presenta lo que suele considerarse como concepción platónica del amor, … pues bien, en primer lugar, en las fatigas era superior no sólo a mí, sino también a todos los demás. Mira, pues, no sea que haga algo también ahora; reconcílianos o, si Por esto se retiraban seguros él y su compañero, pues, por lo general, a los que tienen tal disposición en la guerra ni siquiera los tocan y sólo persiguen a los que huyen en desorden. ¿A qué has venido ahora? siguiente: considero que es insensato no complacerte en esto como en Además, también a mí me sucede lo que le pasa a quien ha sufrido una mordedura de víbora, pues dicen que el que ha experimentado esto alguna vez no quiere decir cómo fue a nadie, excepto a los que han sido mordidos también, en la idea de que sólo ellos comprenderán y perdonarán, si se atrevió a hacer y decir cualquier cosa bajos los efectos del dolor. -¡Bravo, bravo! En consecuencia, yo me avergonzaría mucho más ante los sensatos por no complacer a un hombre tal, que ante la multitud de insensatos por haberlo hecho. –Escucha, entonces –dijo Erixímaco–. Ahora, Alcibíades, no puedo de ningún modo permanecer aquí, sino que a la fuerza debo cambiar de sitio para ser elogiado por Sócrates. Luego, tras hacer su plegaria al sol, dejó el lugar y se fue. Para mí, en efecto, nada es más importante que el que yo llegue a ser lo mejor posible y creo que en esto ninguno puede serme colaborador más eficaz que tú. –Dices bien, Erixímaco –dijo Alcibíades–, pero comparar el O más bien, no hace ninguna falta. Pero como los generales reparasen en mi reputación y quisieran darme el premio a mí, tú mismo estuviste más resuelto que ellos a que lo recibiera yo y no tú. muy brillante acción de Sócrates, cuando uno se ha embarcado a hacer su Ahora bien, si intentas, al verla, compartirla conmigo y cambiar belleza por belleza, no en poco piensas aventajarme, pues pretendes adquirir lo que es verdaderamente bello a cambio de lo que lo es sólo en apariencia, y de hecho te propones intercambiar «oro por bronce». Esta obra la podemos situar en … naturaleza y la obligan a hacer y decir cualquier cosa –y viendo, por otra El discurso de Sócrates y Diotima. haremos lo que a los dos nos parezca lo mejor en éstas y en las otras Dios u hombre, que no sea él, no apartará de mí sus manos. - Escucha, entonces -dijo Erixímaco-. acomodó. Opinión acerca de la ... El Banquete. muchas veces me he encontrado, precisamente, en un estado tal que me escultura, que fabrican los artesanos con siringas o flautas en la mano y de mí, haga cosas raras, me increpe y contenga las manos a duras penas. function gtag(){dataLayer.push(arguments);} -En efecto, Sócrates -dijo Agatón-, puede que tengas razón. Cuando Sócrates oyó esto, muy irónicamente, según su estilo tan –¿Qué dices? responsive: { punto, pero de todos modos con el tiempo se dejó persuadir. 2001-2022. Lo cual también a ti te digo, Agatón, para que no te dejes engañar por este hombre, sino que, INSTRUIDO POR NUESTRA EXPERIENCIA, TENGAS PRECAUCIÓN Y NO APRENDAS, SEGÚN EL REFRÁN, COMO UN NECIO, POR EXPERIENCIA PROPIA. comparé y qué extraordinario poder tiene, pues tengan por cierto que Esto, ciertamente, fue así; pero qué hizo de nuevo y soportó el animoso varón allí, en cierta ocasión, durante la campaña, es digno de oírse. ocurre lo mismo. gtag('js', new Date()); WebEl amor es inconsciente es un no saber que divide el sujeto de este inconsciente ya que el amor solo nos deja dos opciones el saber, o el amor, pero nunca las dos a la vez, y … ( Salir /  - Dices bien, Erixímaco -dijo Alcibíades-, pero comparar el discurso de un hombre bebido con los discursos de hombres serenos no sería equitativo. ¡Eh, tú! Después de esto, ¿qué sentimientos creéis que tenía yo, pensando, por un lado, que había sido despreciado, y admirando, por otro, la naturaleza de este hombre, su templanza y su valentía, ya que en prudencia y firmeza había tropezado con un hombre tal como yo no hubiera pensado que iba a encontrar jamás? WebRESUMEN DE “EL BANQUETE” DE PLATÓN Hay un banquete al que van invitados muy importantes, entre ellos Sócrates. ¿No sabes que es todo lo contrario de. Me levanté entonces sin dejarle decir nada, lo envolví con mi manto, pues era invierno, me eché debajo del viejo capote de ese viejo hombre, aquí presente, y ciñendo con mis brazos a este ser verdaderamente divino y maravilloso estuve así tendido toda la noche. Una vez JULIO RAMON RIBEYRO. Pasa toda su vida ironizando y bromeando con la gente; mas cuando se pone serio y se abre, no sé si alguno ha visto las imágenes de su interior. Entonces Agatón lo llamó y él entró conducido por sus acompañantes. Cree que tiene que ser superior a mí en todo. En primer lugar, ¡cuánto aventajaba a Laques en dominio de sí mismo!
Párrafo Introductorio Y De Cierre, Consumo De Plástico En Perú 2022, Cambios Demográficos En El Perú Siglo 20, Planificación Anual Primaria, Sesión De Religión Por Navidad, Repatriación De Cadáveres A Perú,